Creo en tu sonrisa, ventana abierta de tu ser. Creo en tu mirada, espejo de tu honestidad. Creo en tus lágrimas, signos de compartir alegrías o tristezas... Creo en tu mano siempre extendida para dar o recibir. Creo en tu abrazo, acogida sincera de tu corazón. Creo en tus palabras, expresión de lo que quieres o esperas. Creo en ti amigo así, simplemente, en la elocuencia del silencio.