Entre los dedos de mis manos sujeto dulcemente
pero con seguridad y firmeza
el mundo que tu y yo hemos construido
para nosotros dos.
Un mundo especial creado de sueños,
de complicidad compartida
también en nuestros silencios.
Construido despacio con imágenes vividas,
que emborrachan de sensaciones inolvidables...
cada día que estamos juntos
estrechamente unidos
por el mismo pensamiento,
por el mismo sentimiento que emociona
y nos hace volar
más allá de la cordura abrazados por la locura
que sentimos el uno por el otro.
Somos nacidos para unir nuestros destinos
en el punto final del camino de nuestra vida.
No importa el tiempo
que dedicaremos a darle forma para habitarlo
porque los dos sabemos amor mío
que será así para siempre.
Ya eres parte de mi
como yo lo soy de ti.
El amor verdadero y sin final
somos tu y yo.